Nuestra bandera está formada por tres colores, así como los dominicanos llevamos en nuestras venas una mezcla de la sange aborigen, la sangre de los negros efricanos y las sangre de los esclavistas españoles, desde nuestro origen hemos vivido librando grandes batallas, luchando por nuestra identidad.
Sin embargo no podemos negar que dentro de nosotros existe la inocencia de los aborigenes, la dureza de los negros africanos y la sangre de los malvados españoles que vinieron a esclavizar y destruir la inocencia de nuestros ancestros, motivados por la ambición desmedida destruyeron todo lo que encontraron a sus pasos y con esto cambiaron el rumbo de nuestra patria.
Al trasncurrir de los años movido por el espiritu de la sobrevivencia nuestro pueblo fue superando las adversidades, primero colonizados por los españoles y luego dominado por años de la raza negra.
Desde las entrañas de la tierra de nuestros aborigenes surge esa raza inmortal que lleva por nombre dominicanos, dipuestos a defender con uñas y dientes si es posible, esa noble tierra que nos dejaron nuestros ancestros, hechamos de ella a los esclavistas espeñoles y acorralamos en la parte occidental a los negros africanos en la porción de la isla llamada haití.
En el trascurrir de los años esta tierra nos ha dado grandes hombres y mujeres vanguardista luchando para mantener y preservar la sobrenía de nuestra patria.
Podemos hecer mención de Gregorio Luperrón, Juán Pablo Duarte, Concepción Bona, Francisco del Rosaio Sánchez entre otros, quienes durante su existencia estuvieron dispuestos a defender y proteger de toda potencia nuestra soberanía ya que durante estos tiempos la república dominicana estaba en permanente peligro de ser invadido por otras naciones.
Superada esta situación, las amenazas de nuestra nación dejan de ser invaciones extrangeras pues pasan a ser las amenazas de los tiranos y los regímenes dictatoriales.
En el pasado salimos del yuguo de los haitianos, en la decada de los treinta el pueblo dominicano vive la pesadilla del látigo con la llegada del régimen trujillista y aún así nuestro pueblo se levanta y sale airoso gracias a la valentia y el coraje de nuestros hombres y mujeres.
Por esto podemos decir que en nuestra tierra siempre naceran hombres dispuestos a preservar la paz, la sobreania y la libertad.
Como el profesor Juán Bosch quien consagró su vida en favor de la patria sin desperdiciar un momento, luchador permanente en contra de la dictadura encabezada por Rafael Leonidas Trujillo.
En su mente solo existió la idea, de liberar a su pueblo, que todos y cada uno de los dominicanos pudieran saborear el sabor de una democracia.
Pero una democracia real y verdadera donde no existiera tanta diferencia entre los tutumpotes y los hijos de machepas.
Durante sus tareas se encontró con muchos tropiezos cuando en 1939 se decidió formar el Partido Revolucionerio Dominicano (PRD), donde enfocó todos sus sueños en esta organización, pero la descomposición de muchos de los integrantes provocaron en Bosch la decepción hasta el grado en que se vio en la necesidad de abandonar y forma en 1973 el Partido de la Liberacón Dominicana (PLD), con los mejores hombres y mujeres que le acomprañaron de la fila del PRD entre otros.
Surge un una estrella de esperanza para todo el pueblo domincano, la estrella amarilla, dirigida por ese dominicano inmortal, que desde muy joven se convirtió en el dolor de cabeza para los enemigos de la patria.
El agua y el aceite.
Prof. Juan Bosch, Dr. Joaquin Balaguer.
Durante doce años los dominicanos ( los padres, las madres, los estudiantes y las estudiantas ) vivimos un estado donde fueron lacerados los derechos democráticos, donde prevaleció la inseguridad, podriamos decir que en los últimos años sembraron el terror, pero seguimos pa' lante.
En 1978 se realizaron elecciones democráticas escogiendo en la primera magistratura a Don Antonio Guzmán Fernández quien falleció antes de concluir su manadato.
Durante este mandato podriamos decir que en algo avanzamos, pues dejamos atras el terror del pasado.
Al concluir el período escogimos nuevamente el PRD para dirigir los detinos de la patria.
Todos los dominicanos y dominicanas debenos incluir en nuestras oraciones diarias "Líbranos señor nuestro que se repita otro gobierno como el del Dr. Jorge Blanco amén y amén".
Todos los dominicanos y dominicanas debenos incluir en nuestras oraciones diarias "Líbranos señor nuestro que se repita otro gobierno como el del Dr. Jorge Blanco amén y amén".
Parece ser que al decir amén nuestro padre celestial nos escuchó y en 1996 brilló un estrella con la llegada del Dr. Leonel Fernández quien marcó nuestro destino dirigiendo el timón de la patria por el camino de la prosperidad sembrando la base de lo que hoy somos.
Nuestro país es candidato seguro al paso de tormentas y huracanes por la posición geográfica que ocupamos.
En el año 2000 fuimos abastecidos durante cuatro años por la tromenta más feróz que ha existido en el planeta, donde arrazó con el sueño y la esparanza de todo un pueblo.
"Líbranos señor nuestro de otra tormenta como esta, amén".
No debemos mencionar su nombre, pues hasta da miedo recordarlo, pero gracias a Dios y a la vida que nos ha dado la oportunidad de restaurar los daños y hacer que resplandezca la esperanza en todos los dominicanos.
Nuevamente en el 2004 nos ha devuelto el tren que guia la república dominicana a los sueños de Juan Pablo Duarte, Juan Bosch y todo el pueblo dominicano.